LA TIENDA DONDE VENDIAN POLLOS VIVOS
Estamos
acostumbrados hoy en día a que si queremos comer carne vas a la carnicería y lo
compras ya limpio y cortado. Es muy raro que alguien compre un pollo, conejo y
se lo mate en casa.
Cuando era
pequeña en los años setenta había una pollería en el pueblo, el Fillat donde vendían
pollos y huevos caseros. Mi madre iba allí a comprar los pollos y los huevos.
Estos estaban todos en jaulas, vivitos y coleando, los oías cacarear.
La cliente o el cliente escogían el pollo que
más les gustaba, el tendero cogía el pollo le ponía la cabeza en un embudo, lo
mataba, pesaba y se lo daba al cliente (en casa ya se pelaba el pollo y
arreglaba ). Y como regalo un número para el sorteo, cada cierto tiempo sorteaba
un cuadro pintado por él. A mí toda esta
operación me fascinaba, y me la miraba como algo increíble.
Era normal
comprar pollos y conejos vivos a los payeses ( campesinos en catalán ) , matarlos
en casa y consumirlos.
Hoy en día
si nos trajeran un animal vivo, vaya problema, no sabríamos como matarlo.
conlaneveravacia@gmail.com
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